Una concepción Kantiana de la causalidad a partir de la libertad
Autor/es:
Kienzle, Bertram
Fecha:
2002Resumen
su título. Así que supongo que lo primero que querrían que haga es explicar qué se quiere decir con ellos. Lo haré por medio de ejemplos. Es un hecho de todos los días que el fuego causa humo. Enciendan un fósforo y comprobarán que es cierto. El sol produce calor, como cualquiera puede observar cuando, en un día soleado de primavera, el sol se esconde temporalmente detrás de una nube. Ahora bien, alguien podría objetar que el sol, al ser un objeto, no puede causar nada; aquello que causa tiene que ser un evento; por lo tanto, es la radiación proveniente del sol la que causa el calor. No estoy tan seguro de que las cosas no puedan ser causas, al menos si son personas; pero me estoy adelantando. Ejemplos no controvertibles de episodios causales son sumergir papel tornasol en ácido, por lo cual el papel se vuelve rojo o sumergir una esponja seca en agua, lo que hace que la esponja se moje.