Fósiles de futuro: megaestructuras
Autor/es:
Rigotti, Ana María
Fecha:
2012Resumen
En 1960 se publica, como parte del plan para Jujuy-Palpalá, una
propuesta de grandes «barras» (la primera y definida, de 2.200m
de largo) para resolver la vivienda de los sectores de menores
recursos, consensualmente considerada como el problema más
acuciante al que los arquitectos podían y debían dar respuesta. En
ese contexto se aclara:
Hay dos escalas diferentes en la construcción de las viviendas en altura que deben
ser diferenciadas. Una escala urbana y social dada por una estructura de hormigón
armado que por su ubicación y por su dirección se incorpora como valor permanente
dentro de la vida de la ciudad. En consecuencia, su construcción y financiación no
debe ser considerada como una operación individual o personal sino como una obra
de urbanización hecha por la colectividad. Una escala arquitectónica y familiar,
dada por la duración y destino de la construcción de una vivienda perecedera, dentro
de la estructura permanente en hormigón de la ciudad. Su construcción y financiación
debe ser hecha como una iniciativa personal.
Estas grandes placas no son las únicas piezas del plan que pueden
comprenderse, con notable anticipación y satisfaciendo sus
características más innovadoras, dentro del concepto de megaestructuras.
También lo es, aunque en una resolución más convencional,
la gran plataforma sobreelevada del Centro Cívico que
gana en referencias a los centros monumentales precolombinos.