dc.description.abstract | Según los indicadores presentados por la ONU, el 55% de la población mundial vive en zonas urbanas y se estima que, para el año 2050, dicho número aumentará hasta un 13%. (UN-Hábitat, 2010: 22).
De cara a estas cifras que aumentan rápidamente, las alteraciones urbanas deben ser abordadas con herramientas adecuadas. De no ser así, el desarrollo de las ciudades podría devenir en un aumento de la desigualdad social, trayendo consigo conflictos sociales, como dificultad en el acceso a servicios básicos, deficiencia alimentaria, de salud, de vivienda, etc,. Por lo tanto, para garantizar un desarrollo sostenible, las ciudades dependerán cada vez más de que sean gestionadas de forma apropiada y responsable.
En los últimos años se ha expandido cada vez más la noción de que las prácticas tradicionales de producción de ciudades no son efectivas para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Por ello, la clave del desarrollo de las ciudades hoy está en crear herramientas y establecer dispositivos innovadores para diseñar proyectos, procesos y políticas públicas que tengan la elasticidad necesaria para adaptarse a los nuevos contextos y las diferentes dinámicas urbanas que van surgiendo.
Frente a este contexto, ¿puede la participación ciudadana ser la respuesta para lograr ciudades socialmente justas, en las que se garantice el derecho a la ciudad?
El presente trabajo tiene como objetivo demostrar que la participación ciudadana en los procesos urbanos es una oportunidad para que el hacer ciudad sea un proceso transversal y colectivo en donde la inclusión de la población sea clave para consolidar el apego y la identidad con el lugar. Para ello, se toma como caso de estudio el proyecto del “Parque de la Estación”, un proyecto co-creado y co-diseñado entre el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y los vecinos de los barrios de Balvanera y Almagro entre los años 2000 y 2019 en Buenos Aires, Argentina. | es_AR |