Orientalismo y arquitectura moderna: el debate sobre el techo plano
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Liernur, Jorge Francisco
Fecha:
2011Resumen
En una de las más influyentes biografías de Ludwig Mies van der
Rohe, Franz Schulze reproduce el famoso fotomontaje del
Weissenhof Siedlung de Stuttgart en el que en vez de la solitaria
pareja que mira hacia la cámara en la tarjeta postal original, el
conjunto está habitado por gente de piel oscura vestida con las
típicas dishdashas medio orientales, con sus cabezas cubiertas por
turbantes, capuchas o keffiyehs y agals. Para que no queden
dudas acerca del sitio en el que los autores del fotomontaje sugieren
que debería hallarse la construcción, un camello atraviesa el
primer plano, contemplado por dos leones desde uno de los
patios de las viviendas. En la didascalia correspondiente Schulze
nos informa que se trata de un pseudo «Pueblo árabe, una fotografía
anónima falseada del proyecto del Weissenhof Siedlung.
1934».1 Schulze agrega en el texto que dos de los más reconocidos
líderes de la cultura arquitectónica en Stuttgart –Paul Bonatz y
Paul Schmitthenner– consideraban a esta nueva arquitectura
como «un montón de cubos chatos, apilados formando terrazas
horizontales (…) a la manera de un suburbio de Jerusalén». El
autor entiende que esta identificación era inapropiada y un ataque
a Mies quien, en cambio, sólo habría estado intentando reducir
los edificios a «masas cúbicas (…) como un modo de purificar la
forma arquitectónica». Para Schulze esa búsqueda de Mies estaba
basada en profundas razones filosóficas, técnicas y económicas,
y nada tenía que ver con tópicos extra europeos, tal como lo
insinuaba la fotografía anónima.