La industrialización es un sueño eterno: Los imaginarios industriales del primer peronismo (1946-1955)
Metadatos:
Mostrar el registro completo del ítemAutor/es:
Pagnoni, Ailén
Tutor/es:
Rey, Ana Lía
Belini, Claudio
Carrera de la tesis:
Maestría en Historia
Fecha:
2020Resumen
Este trabajo busca reconstruir los imaginarios industriales que estructuró, configuró y defendió el gobierno peronista. El recorte temporal de la tesis toma las dos primeras presidencias de Juan Domingo Perón (1946-1955). En nuestro análisis trabajaremos con una periodización clásica:
a) el primer momento, de configuración, abarca entre 1946-1949
b) el segundo, de consolidación, se desarrolla entre 1950-1952
c) el tercero, de reconfiguración, recorre los últimos años, 1953-1955.
A partir de fuentes diversas que reflejan expresiones de la estructura gubernamental y las discursividades de quiénes estaban al mando de la decisiones político económicas del país (el presidente y sus funcionarios), recorreremos los cambios de estrategia y las transformaciones en el contorno de los diversos imaginarios industriales que el peronismo construyó y por medio de los que legitimó su actuación en la esfera económica. Analizaremos los contenidos de los dos planes quinquenales, los discursos de apertura del congreso, las diversas expresiones de las segundas líneas funcionariales de la burocracia estatal en notas de opinión, discursos y memorias y - para finalizar - dos publicaciones que fueron claves de la propaganda oficial. El peronismo delineó nociones de la industria que no permanecieron estáticas, sino que sufrieron transformaciones a medida que cambiaban los contextos político-económicos que el gobierno debió atravesar a lo largo de casi una década.
Estos imaginarios fueron determinantes en la constitución de su identidad política ya que dentro de la memoria histórica argentina la industria fue una de las claves que personificó, enraizó y perduró en la memoria colectiva a la hora de pensar al peronismo. Antes de la llegada de Perón al poder, los debates eran en torno a si convenía o no industrializar el país; después del peronismo eso ya no fue tema de discusión: los diversos imaginarios industriales que se terminan configurando fueron tan poderosos y efectivos que el camino al desarrollo terminó siendo indefectiblemente asociado al desempeño industrial.
Esta línea prosiguió incluso en los años posteriores a la proscripción del peronismo - a lo largo de gobiernos radicales y dictaduras - y conformó un sentido común que solo se quebró a partir de la última dictadura militar impuesta en 1976 que buscó transformar radicalmente la sociedad argentina. Con este propósito, atacó al nudo productivo industrial, teniendo a obreros, sindicalistas y – principalmente - al proyecto industrialista como sus principales víctimas.