Un viaje al corazón del Programa de Ingreso Social con Trabajo

Abstract

El 2009 no fue un año más para el gobierno de los Kirchner. Luego del desgastante conflicto con el sector agropecuario, el gobierno lidió un contexto económico internacional desfavorable con implicancias en la economía doméstica: caída del producto bruto y aumento del desempleo. En la arena política, y a pesar de un Néstor Kirchner candidato, el Frente para la Victoria (FPV) es derrotado en las elecciones legislativas, perdiendo nada menos que 3 millones de sufragios en todo el país (en relación a las elecciones presidenciales del 2007) y aproximadamente 1 millón en la provincia de Buenos Aires. Ante este panorama, en el que varios actores del juego político pronosticaban el funeral del kirchnerismo, el gobierno salió adelante y logró retomar la iniciativa. Para ello, aplicó una batería de políticas públicas, entendiendo a estas últimas como “todo aquello que los gobiernos decidan hacer o dejar de hacer” (Thomas Dye 1976:14). En este trabajo, el análisis se centra en una de las políticas públicas mencionadas, precisamente la implementada días después de las elecciones del 2009, vinculada a combatir la pobreza mediante la implementación de un programa de transferencias condicionada (PTC): el Programa de Ingreso Social con Trabajo (PRIST), que será así considerado así debido a que sus prestaciones tienen base de condicionalidad: productividad y presentismo.