El secreto profesional y los regímenes de divulgación obligatoria: ¿En qué medida resulta compatible con la acción 12 del Proyecto BEPS?

Abstract

En el marco del Proyecto BEPS, uno de los aspectos que ha analizado la OCDE es la información con la que cuentan las administraciones tributarias de todo el mundo y en qué medida puede ser utilizada para combatir la erosión de base y el traslado de los beneficios. La OCDE concluyó que una de las principales razones que coadyuvan a la pérdida de ingresos fiscales por parte de las administraciones tributarias de todo el mundo, es la falta de información puntual y completa sobre las estrategias de planificación fiscal agresiva llevadas a cabo por los contribuyentes. A criterio de esta organización, “[u]n acceso precoz a dicha información ofrece la posibilidad de responder rápidamente a los riesgos fiscales a través de evaluaciones de riesgos, procedimientos de inspección o cambios en la legislación.”4 Con esta idea en mente, la OCDE desarrolló la Acción 12 para “[e]xigir a los contribuyentes que revelen sus mecanismos de planificación fiscal agresiva”.5 En su génesis, la Acción 12 se abocó exclusivamente a la búsqueda de soluciones o mecanismos que permitieran a los países tomar conocimiento de aquellas estrategias de planificación fiscal agresiva implementadas en el ámbito de sus jurisdicciones. Es decir, se dedicó únicamente a estudiar aquellas estructuras que tenían como resultado un ahorro fiscal. Tales esfuerzos culminaron en la publicación en el año 2015 del Reporte Final “Exigir a los contribuyentes que revelen sus mecanismos de planificación fiscal agresiva” (en adelante, el “Reporte de la Acción 12”).