An Empirical Study of Within-Chain Variance in Supermarket Prices

Abstract

Las firmas suelen tener incentivos para realizar alguna forma de discriminación de precios con el fin de apropiarse del mayor excedente del consumidor posible cobrando diferentes precios a diferentes consumidores o segmentos de consumidores. En el caso particular de los supermercados, observar una baja variación entre las tiendas de una cadena determinada podría interpretarse como paradójico, ya que la ubicación parecería ser una fuente potencial de heterogeneidad observable entre consumidores con la dimensión geográfica obstaculizando en alguna medida la sustitución entre sucursales. No obstante, si la demanda en los diferentes puntos de venta dentro de cada cadena fuera lo suficientemente homogénea, podría ocurrir que incluso siendo ávidos discriminadores, los supermercadistas terminen fijando precios (casi) uniformes para sus productos. Este trabajo profundiza empíricamente en esa hipótesis al emplear un experimento natural que forzó heterogeneidad en la demanda entre las tiendas. En particular, hace uso de un evento exógeno que impidió que muchos consumidores en un área geográfica limitada pudieran beber agua corriente, lo que hizo que la demanda de una alternativa embotellada se vuelva más inelástica. Si bien hay evidencia de que el impacto tuvo un efecto significativo en la asequibilidad (agregada) del agua embotellada en el área afectada en relación con las no afectadas, las cadenas que operan tanto dentro como fuera de los límites geográficos afectados no implementaron precios diferenciales después del shock. Esto sirve como evidencia en contra de la hipótesis de que la uniformidad de precios es el resultado de la homogeneidad de la demanda en los diferentes puntos de venta, ya que la intervención en el suministro de agua produjo una divergencia entre sucursales distantes sin disparar diferencias en precios.