El Arquitecto moderno y la Historia

Abstract

Es siempre nuestro punto de vista actual sobre la Historia el que la despliega ante nuestros ojos, lo cual conlleva el riesgo de que, en palabras de Kant, no logremos distinguir entre «apariencia y realidad». Y dado que la Historia mayormente sólo une «fragmento a fragmento», su completamiento conforme a nuestras ideas generales se convierte en un asunto arriesgado. En su inicial «Zur Kritik neuerer Geschichtschreiber» (Crítica de los nuevos historiadores, 1824) Leopold Ranke lo expresó de este modo: «... pero el camino de las grandes ideas en las investigaciones concretas es tan atractivo como peligroso: cuando uno se equivoca una vez, uno se equivoca doble y triplemente; con la subordinación a un error incluso lo verdadero se transformará en una mentira».